Un lugarín abandonado no hace muchos años, aunque la maleza ha crecido lo suyo y ya se hace difícil pasear por él. Se llega desde el barrio de El Molín, en Cenera, Mieres, por camino señalizado, aunque hay que abandonarlo tras subir un rato, y pasar una portilla que sale a la izquierda, en el camino que lleva al pueblo. Aquí hubo buenas casas, y quedan dos hórreos en pie, un carro, ruedas de molino... Melancólico lugar Foz, y también melancólico el roblón que encontraremos antes de llegar a las casas, con una rama enorme desgajada.
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