Calamiyeres
Braña tevergana de La Torre y Villanueva, cercana a El Tronco. Es una gran majada, con dos barrios, uno para cada pueblo. En ella aún se conservan en pie cuatro cabanas teitadas, una de ellas de planta redonda (que por dentro es más bien un híbrido de corro y cabana), aunque hay algunas en ruina. Siguiendo el camino desde el último grupo de cabañas, hay alguna más desperdigada, entre ellas una teitada que está en buenas condiciones. Según J. A. Valladares, es braña de Cansinos y Villanueva. En 2020 una de las cabanas teitadas ya se había caído completamente. También observamos que la conjunción de las gafas polarizadas, el sol y el hielo da como resultado la aparición (como se adivina más que se ve en tan pobretonas fotos, hechas con el improvisado filtro de las gafas de sol) unos colores tipo gominola: morados, verde ácido, azulones... Cuenta Aurelio de Llano que, volviendo un hombre de la braña de Rebellón, se encontró con la Güestia, cuyos componentes le solmenaron varios sopapos, mientras le decían aquello de
Andar de día
que la noche es mía.
Andar de día
que la noche es mía.
Como se notan los anticiclones de otoño con buen tiempo y bajas presiones, no se elevan los humos ni las nubes.
ResponderEliminarQué buenas fotos y qué buenos ambos anticiclones; el de veraninho de Miguel por la vendimia de Baco, que luego viene, y cristianizado le pegaron. Se acababan guerras y exploraciones y regresando los hombres navegantes y marchadores, los vencedores, tomaban vinos de primeras horas y días. Había que sembrar y descansar. Y luego, el otro veraninho de Martinho que con él finalizaban los dos de otoño -aunque el de este año se adelantó un poco- precediendo a las matanzas y curados poniendo fin a las expediciones que ya venían vencidos y sin víveres. Ahora el invierno entonaba tras el telón, como los grupos que acompañan a las estrellas y ocupan los tiempos muertos mientras el artista se va acomodando.
Las brañas y majadas, las colladas corralizas, curros y otros pastos de montaña se preparan casi ralos para dormir estas fechas reverdeciendo allá por el primer verano del próximo año, cuando venga y se tercie...
Qué buenos son los anticiclones de otoño, el primero madurando frutos y vides con céfira humedad, preludio del segundo ya bóreas anunciador...
Sea, que de esos pastos, prados y trochas se hace monte arriba sin mucho calor corpóreo.
Sea que viene bien...
Saludos
Parece que se acabaron esos días pseudoalciónicos, al menos eso da a entender la rasca que tira por Ovetus... En otro orden de cosas, se agradece que las buenas gentes galaicas conservéis viva la literatura al cunqueriano modo. Y que nos cunda a todos el ejemplo. Saludos
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