Braña-pueblo de tradición vaqueira. Fue uno de los pueblos que estuvieron bajo el poder de los Miranda, durante los siglos XVI y XVII. Entre sus habitantes hubo arrieros, que traían centeno desde León y lo vendían en diversos pueblos de Somiedo y Tineo. Sus habitantes provenían de Carricéu, El Pontigo y Vil.laverde (Belmonte de Miranda) y el Cotu de Curiel (Xixón). Según Víctor Martín, tenía sus propios lugares de verano, que eran Fontes, en El Val.le, y Piedraxueves y La FuexaSe llega por pista desde Veigas (Somiedo). Quedan allí, y en sus cercanías, siete cabanas teitadas, alguna camino de la ruina. En la parte baja del pueblo destaca una estupenda casa con tejado vegetal.
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jueves, 19 de marzo de 2015
La Falguera
Braña-pueblo de tradición vaqueira. Fue uno de los pueblos que estuvieron bajo el poder de los Miranda, durante los siglos XVI y XVII. Entre sus habitantes hubo arrieros, que traían centeno desde León y lo vendían en diversos pueblos de Somiedo y Tineo. Sus habitantes provenían de Carricéu, El Pontigo y Vil.laverde (Belmonte de Miranda) y el Cotu de Curiel (Xixón). Según Víctor Martín, tenía sus propios lugares de verano, que eran Fontes, en El Val.le, y Piedraxueves y La FuexaSe llega por pista desde Veigas (Somiedo). Quedan allí, y en sus cercanías, siete cabanas teitadas, alguna camino de la ruina. En la parte baja del pueblo destaca una estupenda casa con tejado vegetal.
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Como los velos que se deshacen en la amanitas, así se marchitan esos otros sobre campos, lamas y brañas con esparcidas feilas. Naturalmente, de ésas tan altas están otras las más bajas que por techos y tejados tienen del ganado centeno pajas. Al fin una braña rehecha, mantenida y beindecida y de donde deducir que aquellas pallozas tan comunes por doquier cercanas se llevaban de ésas los teitos de buenas vecinas.
ResponderEliminarDa gusto verla toda, o casi, completa...Pero lo que más da es verle remontar por ellas y disfrutarlas...Parece esa Asturias de zurrón cayada y silenciosa con el viento de compaña y la campiña por vista, tras la mochila.
Breludos
Esperemos que todo ello dure mil primaveras más, como en el epitafio de Cunqueiro. Saludos.
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